martes, 13 de enero de 2015

Jesús Dijo: ¿Por qué me llamas, Señor, Señor y no haces lo que yo digo?

La iglesia primitiva no hacia juramento de fidelidad a ningún otro reino. Ellos no participaban en la guerra, ni ponían a juicio a sus enemigos. Ellos no permitían el divorcio ni el segundo casamiento y no buscaban la prosperidad. Los hombres eran la cabeza del hogar y tenían barba. Las mujeres aprendieron a sujetarse, vistiéndose con modestia, cubriendo su cabeza con un velo.

Ellos no eran una denominación sino simplemente personas que se apartaron del mundo para seguir a Cristo sin preocuparse en doctrinas de teología.